¿Cómo se ponen las carillas dentales?

Carillas dentales

Las carillas dentales son una de las soluciones más demandadas en el ámbito de la estética dental. Si estás considerando mejorar tu sonrisa, este tratamiento te permite cambiar la forma, el tamaño y el color de tus dientes de manera natural y duradera. Pero, ¿cómo se colocan las carillas dentales? 

En este artículo te explicamos en detalle todo el proceso, desde la evaluación inicial hasta el mantenimiento posterior. ¡Sigue leyendo!

El proceso comienza con una evaluación exhaustiva

El primer paso para la colocación de carillas dentales es una consulta inicial con el dentista. Esta fase es crucial, ya que permite determinar si eres un buen candidato para el tratamiento. Durante la evaluación, el especialista realiza un examen completo de la salud de tus dientes y encías. Es fundamental que no existan problemas como caries, enfermedades periodontales o infecciones activas antes de proceder con las carillas, ya que estas condiciones podrían comprometer el éxito del tratamiento.

En esta etapa también se analizan tus objetivos estéticos. Es importante que el dentista entienda tus expectativas para que pueda diseñar una solución personalizada. A través de fotografías y moldes de tu boca, se estudian las características de tu sonrisa. Esto permite establecer un plan de tratamiento que tome en cuenta factores como el tamaño, la forma y el color ideal para las carillas. El diseño de tu sonrisa no solo depende de tus preferencias, sino también de consideraciones técnicas que aseguren un resultado funcional y armónico.

Una vez que el diagnóstico está claro y se han establecido los objetivos, se elige el material de las carillas: composite o porcelana. Este es un punto crucial que influye tanto en el proceso de colocación como en el mantenimiento posterior.

Diferencias clave entre las carillas de composite y porcelana

El material de las carillas es una decisión importante que se toma en conjunto con el dentista. Ambos tipos tienen sus ventajas y limitaciones, y elegir uno u otro dependerá de tus prioridades estéticas, tu presupuesto y el estado de salud de tus dientes y encías.

Las carillas de composite están hechas de resina compuesta, un material versátil y moldeable. Una de sus principales ventajas es que el proceso de colocación es más rápido, ya que se pueden aplicar directamente sobre el diente en una sola sesión. Además, son más económicas y fáciles de reparar en caso de que sufran algún daño. Sin embargo, tienen una menor durabilidad que las de porcelana y son más propensas a mancharse con el tiempo, especialmente si consumes alimentos como café, vino tinto o tabaco.

Por otro lado, las carillas de porcelana se fabrican en un laboratorio dental a partir de cerámica de alta calidad. Este material ofrece una estética superior gracias a su apariencia translúcida, que imita de manera casi perfecta el esmalte natural del diente. Las carillas de porcelana son más resistentes al desgaste y a las manchas, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan un resultado duradero. Sin embargo, el proceso de colocación es más largo, ya que requiere al menos dos visitas: una para tomar las impresiones y otra para cementar las carillas definitivas. A continuación, explicaremos con más detalle el procedimiento.

¿Cómo se colocan las carillas dentales?

El procedimiento para colocar las carillas varía ligeramente según el material elegido, pero el proceso general sigue una serie de pasos diseñados para garantizar un resultado óptimo. 

El proceso comienza con la preparación del diente, una etapa que puede incluir o no el desgaste del esmalte. Tradicionalmente, el dentista realiza un ligero tallado en la superficie del diente para permitir que la carilla se adhiera correctamente y quede al mismo nivel que los dientes adyacentes, evitando así añadir un volumen excesivo a la sonrisa.

Sin embargo, los avances en materiales dentales y la introducción de diseños ultrafinos han permitido que, en muchos casos, este paso no sea necesario. En el caso de las carillas de composite, por ejemplo, el desgaste suele ser mínimo o incluso inexistente. 

Una vez preparados los dientes, se toman impresiones precisas de tu boca. Estos moldes se utilizan para diseñar las carillas en un laboratorio en el caso de las de porcelana. Si optas por carillas de composite, el dentista moldea el material directamente sobre el diente, dando forma y ajustando el color en la misma sesión.

Cuando las carillas están listas, ya sean de composite o porcelana, se prueban sobre los dientes para asegurarse de que el color, la forma y el ajuste sean perfectos. El dentista realiza pequeños ajustes si es necesario y, finalmente, las fija utilizando un cemento especial y luz ultravioleta para endurecer el adhesivo. Este proceso garantiza una unión firme y duradera entre la carilla y el diente.

Tras la preparación, se procede a tomar impresiones precisas de tu boca para diseñar las carillas en un laboratorio especializado, en el caso de las de porcelana. Este proceso permite fabricar carillas a medida, que se ajustan perfectamente a la forma y tamaño de tus dientes, logrando un resultado estético impecable.

Una vez que las carillas definitivas están listas, se realiza una prueba en la boca del paciente. Durante esta fase, el dentista comprueba que el color, la forma y el ajuste de las carillas sean perfectos y estén en armonía con el resto de la sonrisa. Si es necesario, se realizan pequeños ajustes antes de fijarlas de forma definitiva.

La colocación final implica la utilización de un cemento especial que asegura una fijación firme. Este adhesivo se activa mediante luz ultravioleta, lo que endurece el material y garantiza que las carillas queden firmemente adheridas al diente. Este proceso es rápido y completamente indoloro.

Cuidados posteriores y mantenimiento

Aunque las carillas son altamente resistentes, su durabilidad depende en gran medida del cuidado que les des. Es fundamental mantener una higiene oral rigurosa, cepillándote los dientes al menos dos veces al día y usando hilo dental para evitar la acumulación de placa bacteriana. También se recomienda evitar morder objetos duros, como bolígrafos o hielo, ya que esto puede dañar las carillas.

Las visitas regulares al dentista son esenciales para revisar el estado de las carillas y realizar limpiezas profesionales que ayuden a prevenir manchas y acumulaciones de sarro. En el caso de las carillas de composite, es posible que necesiten retoques ocasionales para mantener su brillo y color originales.

El proceso de colocación de carillas dentales es una combinación de arte y ciencia que transforma por completo la apariencia de tu sonrisa. Tanto si eliges carillas de composite como de porcelana, este tratamiento es una inversión en tu confianza y bienestar. 

En Fuente del Ángel, estamos comprometidos a ofrecerte soluciones personalizadas y de alta calidad para que disfrutes de una sonrisa radiante.

Si estás interesado en este tratamiento, no dudes en contactarnos. ¡Te esperamos en Huesca!

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